Interviste (junio-julio 2004)
ENTREVISTACharlando con Gustavo Gutiérrez
por Paolo Moiola
A sus 76 años sigue enseñando teología en Estados Unidos. Nación en Lima y es iniciador de la Teología de la Liberación. Alterna su enseñanza en EEUU con el trabajo pastoral en Perú. Una situación privilegiada para analizar la realidad actual y el papel de la teología en nuestros días.
En los últimos años usted vivió mas en el exterior que en Perú. ¿Dónde trabaja en este momento, P. Gutiérrez?
Desde el año 2001 estoy en los Estados Unidos donde enseño teología. Sin embargo en Lima, continúo mi trabajo pastoral en una parroquia y otras actividades en el Centro Bartolomé de las Casas.
¿Padre, qué significa enseñar teología en los Estados Unidos, el país que ha relanzado el concepto de “guerra preventiva”?
Es verdad que muchos estadounidenses están a favor de la guerra, pero también es verdad que muchos otros son contrarios a la misma, como pasa en la Universidad de Notre Dame, en Indiana, donde enseño.
¿Qué es la guerra?
Es una amenaza. Es un crimen. Es el deseo de poder de la más grande potencia del mundo. No podemos aceptarlo ni como hombres, ni como cristianos. Debemos luchar por la paz, pero una paz como se dice en la Biblia, fundada en la justicia.
Con todo el respeto que se merece Perú, todos miramos el nuevo Brasil de Lula, sobre el que se tienen expectativas enormes. Pero el desafío que se le presenta al ex obrero y sindicalista es tremendamente difícil.
En este momento Lula es una gran esperanza no sólo para Brasil, sino también para toda América Latina. Ciertamente la suya no será una empresa fácil.
Nosotros hemos tenido en Latinoamérica otros momentos de grandes cambios, en Chile, Nicaragua, Bolivia. Pero hoy el desafío es mas importante, porque Brasil es un gran país y tiene dirigencia política preparada. A los amigos Brasileños debemos sugerirles que no sean tan prudentes (que no es la palabra exacta), sino más bien que sean maduros políticamente para lograr ir hacia delante. Creo que el programa de Lula es muy bueno, muy claro. Estoy convencido que esto es muy importante.
Se podría interpretar que en el mundo se está creando una neta división entre los países cristianos y los países islámicos. Según su opinión ¿ésta es una excusa, o es una verdadera confrontación religiosa?
Es un pretexto. Diciendo la verdad tendríamos que hablar de una confrontación entre países ricos y poderosos y países islámicos pobres. La división religiosa no es lo mas importante. Pero es cómodo y fácil para ciertas personas de los países ricos hablar de una confrontación religiosa. Así quedan ocultas las verdaderas causas del conflicto. Esta tesis de confrontación entre civilización occidental y oriental no es tan relevante y tal vez solamente interesa a los intelectuales. Hay otros aspectos más interesantes que éste. Personalmente estoy contra los países ricos por muchos motivos, pero no porque mi cultura sea diferente a la de ellos.
¿Que piensan estos jóvenes de su presidente George W. Bush, que considera a la guerra como un instrumento para resolver los problemas internacionales y hacer prevalecer los intereses estadounidenses?
Mis estudiantes, por supuesto no puedo hablar de todos los estudiantes, están contra la guerra, totalmente en contra. Al mismo tiempo. El ambiente en el que viven es totalmente diferente al de los jóvenes latinoamericanos. Es otro mundo, pero son profundos y con mucha apertura para comprometerse.
¿En que situación se encuentra la Teología de la Liberación en el 2004, esto a 33 años de su nacimiento?
Se encuentra bien. En los últimos años estamos trabajando nuevas dimensiones y profundizando una intuición original, que en los primeros escritos, habíamos llamado “la complejidad de la libertad”. Resumiendo, esto significa prestar atención no solamente a los aspectos económicos de la realidad sino también a los étnicos, culturales, de género, etc. Otra dimensión que estamos enfatizando es la crítica al pensamiento único neoliberal. Nuestro punto de partida es la opción preferencial por los pobres que aún hoy constituye el punto central de la Teología de la Liberación.
¿Cuáles son sus proyectos personales desde el punto de vista teológico?
Creo que tengo veinte o treinta años por delante porque mis abuelos vivieron casi cien años. En estos momentos estoy escribiendo un libro sobre la Teología de la Liberación. Una vez un periodista me preguntó si yo estaría listo para escribir sobre la Teología de la Liberación como lo hice hace veinte años. Y yo le pregunté si estaba casado. Me contestó que sí, y entonces le volví a preguntar “¿usted le escribiría a su mujer una carta de amor de la misma manera en que lo hizo hace veinte años?” Me dijo que no. Y para mi es lo mismo. Para mí escribir teología es escribirle una carta de amor a Dios, a la iglesia a la que pertenezco, a mi pueblo, y éste es mi proyecto.
(Antena misionera / Madrid - Publicado en Junio Julio 2004)
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